sábado, 25 de abril de 2015

El preguntar (I)

Todo preguntar se da de hecho porque no se sabe, y por ello se pregunta (deviene la pregunta); pero todo preguntar también se da porque se sabe, y por ello es posible la pregunta. No se podría preguntar sobre aquello de lo que no se sabe absolutamente nada: solamente sabiendo ya algo de antemano es que hace presencia el preguntar.

Naturalmente, de la misma manera sucede en la pregunta por el ser. Solamente porque ya sabemos algo acerca de lo-que-es es que deviene la pregunta por el ser: «nos movemos desde siempre en una comprensión del ser», y solamente por ello podemos preguntar (por el ser). Heidegger nos insta a pensar inmediatamente en la diferencia ontológica, pues él tiene muy claro que una cosa es el ser, otra cosa es el ente, y el ser del ente no es un ente. Por ello hay que ser rigurosos al asumir esta pregunta, debemos buscar una buena comprensión de este asunto.

... ¿quién pregunta por el ser?

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